jueves, 12 de noviembre de 2015

LAS TEORÍAS EN LAS QUE SE BASA




Conductista: En el plano filosófico se asocia al objetivismo, una realidad objetiva, separada de la conciencia, y el individuo aprende a conocer esta realidad a través de los sentidos. El aprendizaje se define estrictamente por los comportamientos observables y medibles. Y están determinados por las condiciones medioambientales, el estudiante es un ser pasivo que reacciona a los estímulos. Las condiciones del medioambiente es el factor principal de aprendizaje, la modificación del comportamiento, el reforzamiento como actividad más relevante y los objetivos de aprendizaje.

Cognoscitivista o cognitiva: Proceso de organización y reorganización cognitiva del campo perceptual, en el cual el individuo juega un rol activo. El aprendizaje no está completo si las nuevas estructuras de conocimiento no son integradas en las estructuras previas. Tres elementos son fundamentales en el proceso de aprendizaje: Conocimientos previos, información que posee y las representaciones mentales que elabora. El aprendizaje es un proceso activo, personal y de construcción de conocimientos, a través del cual el educando selecciona, organiza e incorpora a su sistema cognitivo la información que es presentada, por lo tanto es dependiente de las relaciones que pueda establecer entre los conocimientos previos y los nuevos contenidos que debe aprender. El concepto de evaluación es tomar en cuenta tanto los conocimientos como las estrategias cognitivas y metacognitiva frecuentemente formativas y la retroalimentación se centra en las estrategias utilizadas y en la construcción del conocimiento, el rol del y la estudiante es activo, constructivo. El método cognitivo surge a comienzos de los años sesenta y se presenta como la teoría que ha de sustituir a las perspectivas conductistas. Muestra una nueva visión del ser humano, al considerarlo como un organismo que realiza una actividad basada fundamentalmente en el procesamiento de la información, muy diferente a la visión reactiva y simplista que hasta entonces había defendido y divulgado el conductismo. Reconoce la importancia de cómo las personas organizan, filtran, codifican, categorizan, y evalúan la información y la forma en que estas herramientas, estructuras o esquemas mentales son empleados para acceder e interpretar la realidad. El docente se centra especialmente en la confección y la organización de experiencias didácticas para lograr esos fines.

Constructivista: El educando construye su realidad de acuerdo a la percepción derivada de su propia experiencia, de manera que su conocimiento es una función de las experiencias previas, estructuras mentales y las creencias que utiliza para interpretar su entorno. Asume los principios de la teoría cognitiva pero además señala que las actividades deben hacerse en contextos auténticos y tener una significación personal, el rol del profesor además de ser un mediador, debe estimular el alumno a hacer una reflexión sobre el conocimiento construido y sobre el proceso de aprendizaje y a la utilización de múltiples modos de representación del conocimiento. Estimular el desarrollo de habilidades, ser activos en la selección de estrategias de aprendizaje.
La evaluación es formativa con énfasis en la autoevaluación y co-evaluación y debe dar lugar al error para estimular al alumno a hacer una exploración estratégica de sus errores, la retroalimentación debe hacerse de manera consistente y a tiempo. El constructivismo sostiene que el aprendizaje es esencialmente activo por parte del alumno. Una persona que aprende algo nuevo, lo incorpora a sus experiencias previas y a sus propias estructuras mentales. El alumno ensambla, extiende, restaura e interpreta, y por lo tanto "construye" conocimientos partiendo de su experiencia e integrándola con la información que recibe.
En este proceso de aprendizaje constructivo, el profesor cede su protagonismo al alumno quien asume el papel fundamental en su propio proceso de formación, se convierte en el responsable de su propio aprendizaje, mediante su participación y la colaboración con sus compañeros. No es que el individuo piense y de ahí construye, sino que piensa, comunica lo que ha pensado, confronta con otros sus ideas y de ahí construye. Desde la etapa de desarrollo infantil, el ser humano está confrontando sus construcciones mentales con su medio ambiente.
El niño, y por extensión el adolescente, es una realidad concreta y dinámica diferente al adulto. Esta realidad se diferencia en el tiempo y el espacio. Ambos son biológica, psicológica y socialmente distintos en estructura y comportamiento. Por cuanto los principios pedagógicos son inaplicables en la educación del adulto, atribuimos a la ANDRAGOGIA la obligación de estudiar su realidad y determinar las normas adecuadas para dirigir su proceso educativo. Basado en los conocimientos previos y experiencias que la escuela de la misma vida le ha proporcionado.

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